martes, 26 de marzo de 2013

"BRUJERÍA" Y "HECHICERÍA": PROBLEMAS TOCANTES AL MARCO TEÓRICO Dra. Iris Gareis

Interpretaciones respecto a la "brujería" se remiten a
teorías formuladas en el siglo pasado a base
de la información entonces disponible.


Además de los problemas señalados anteriormente en cuanto a las dificultades de encontrar definiciones adecuadas para las nociones de "brujería" y "hechicería", surge otro grupo de interrogantes en torno a los fundamentos teóricos de estos conceptos. Es de advertir que hasta en la actualidad muchas interpretaciones respecto a la "brujería" se remiten a teorías formuladas en el siglo pasado a base de la información entonces disponible. Gracias a los avances de la investigación científica - sobre todo en el campo de la antropología - disponemos en la actualidad de mucho más datos acerca de las religiones latinoamericanas e indígenas en general. A esto hay que añadir que las teorías emitidas en el siglo XIX, como es natural, se inscriben en la tradición científica de su época y se formaban a base de las ideas que estaban vigentes en aquel entonces.
Dominaba en este tiempo una visión de la historia que planteaba la evolución unilinear de la humanidad concibiendo como punto culminante de aquella - como era de esperar - la cultura de los autores que formulaban estas ideas. Así se explica el hecho que varios autores del siglo XIX, siguiendo a Frazer, asignaron en sus esquemas evolucionistas a la "brujería", o sea a la "magia negra" un lugar anterior a la religión, la que a su vez – según esta lógica - era superada por la ciencia.33
En esta visión resalta con mucha claridad la fe casi ilimitada, en cierto modo típica para el siglo XIX, en el progreso permanente de la humanidad logrado con base en de los avances de las ciencias, sobre todo de las ciencias naturales. Nuestra época, en cambio, luce un cierto desengaño ante las posibilidades de progreso que pueden ofrecer las ciencias y en especial las ciencias naturales. Esto significa que la visión del mundo que determinaba estas teorías sobre magia, religión etc. ha cambiado profundamente. Por lo tanto, creemos que es  propicio el momento para revisar los fundamentos teóricos que definen los conceptos de "brujería", "hechicería", "magia" y otros parecidos.
En cuanto a la difusión, la obra de James G. Frazer (1854 -1941) superó a la del otro teórico  importante del evolucionismo, E.B. Tylor (1832-1917). 34 La mayor acogida de las teorías de Frazer ent re los investigadores, con mucha probabilidad se debe al hecho que Frazer suministra explicaciones manuables, fáciles de manejar por los autores.
Esto ha dado lugar a la errónea aceptación de sus hipótesis, incluso por investigadores modernos, como si fueran hechos comprobados científicamente, lo que no es cierto.35
"magia homeopática" fundada en la "ley de la similitud"

El punto clave y el más criticable de las consideraciones teóricas de Frazer reside, sin embargo, en las premisas que forman la base de sus ideas sobre la magia. Según Frazer36 la "magia simpática" (sympathetic magic) tiene dos vertientes: Una es la "magia homeopática" fundada en la "ley de la similitud",37 la que se ejecuta por ejemplo atravesando a un sapo con espinas o elaborando figuritas de cera, igualmente para atravesarlas con espinas o agujas, a fin de dañar a una persona. La explicación que Frazer38 da a este procedimiento es que el maleficador comete el error de pensar que:
"las cosas que se asemejan, son las mismas cosas".
Magia contagiosa"que cosas que habían estado en
contacto, siempre estarán en 
contacto".

La otra vertiente de la magia en el esquema de Frazer es la magia contagiosa40 que corresponde a su "ley de contacto",41 la cual se origina en su opinión, en la idea errónea
"que cosas que habían estado en contacto, siempre estarán en
contacto".42
Es decir que Frazer en ambos casos recurre a una supuesta falta de lógica en los procedimientos mágicos cometida por los especialistas de los ritos. Al adoptar las hipótesis de Frazer, los investigadores necesariamente también aceptan las premisas que forman la base de su esquema de pensar. Creemos que ya no deberíamos recurrir a hipótesis tan despectiva como ésta.
Además de ello, al parecer muchos autores que hacen referencia a las supuestas "leyes de la magia" no han tenido en cuenta que éstas no son sino hipótesis e interpretaciones adelantadas por Frazer y que ya por su carácter totalmente hipotético no deberían ser llamado leyes. Es de notar, que Frazer en realidad no proporciona explicaciones verdaderas de los fenómenos mágicos. Lo que hace es solamente adelantar un esquema clasificatorio de los elementos exteriores de los procedimientos mágicos, pero esto no nos lleva a comprender el sentido de los actos mágicos ni tampoco a descubrir la ideología que está detrás de estos procedimientos. Al contrario, las categorías de magia propuestas por Frazer más bien facilitan un pretexto para que los investigadores se contenten con clasificar los fenómenos observados como una u otra categoría de magia, evitando la trabajosa reflexión sobre el significado que estos fenómenos podrían tener.
De todas maneras, pensamos que el fundamento ideológico de los actos mágicos es mucho más complejo de lo que había sospechado Frazer. Por lo tanto tenemos que abandonar estas hipótesis anticuadas, las cuales hoy en día tan sólo recobran cierta importancia como datos para la historia de la ciencia.


31 Véase por ej. la definición que Hauschild (1987: 82-85) proporciona de la "brujería",

en la que resalta sobre todo el hecho que los brujos o las brujas dañan sus víctimas
por medio de artes mágicas. La antropología de habla inglesa distingue entre los
conceptos "witchcraft" y "sorcery", los cuales fueron definidos por Evans-Pritchard a
base de su material africano. Aunque estos conceptos difieren bastante de los
europeos, fueron empleados en investigaciones sobre brujería en Europa (Behringer
1989: 620-621). Acerca del significado de los términos "witchcraft" y "sorcery"
consúltese por ej. Douglas (1970: 36 Nota 1) o Hill (1987: 91). Millones (1982: 234,
238-239) sondeó tentativamente las posibilidades de aplicar los avances de Evans-
Pritchard en estudios sobre los Andes. En toda esta discusión no hay que olvidarse
del hecho que Evans-Pritchard se remitió para la distinción entre “witchcraft” y
“sorcery” a un grupo étnico africano determinado. Por lo tanto, a mi parecer es de
suma importancia revisar y analizar el material latinoamericano bien a fondo antes
de tratar de relacionarlo con el esquema de Evans-Pritchard. Cualquier interpretación que
se apoya de antemano en la clasificación del antropólogo inglés, corre el riesgo de
transponer ideas válidas tan sólo en la cultura africana de los Azande a otras culturas,
en las cuales pueden o no tener vigencia.
32 Respecto a esto compartimos la opinión de Polia (1988: 17-18).
33 Véase también Middleton (1987: 84).
34 Middleton 1987: 83-84
35 Para referencias véase Gareis (1993: 594-597), donde discutimos con más detenimiento la
aplicación de las teorías de Frazer en estudios andinos.
36 1911: 52
37 "Law of similarity"
38 ib. 53
39 ib. 53: "that things which resemble each other are the same".
40 ib. 52
41 "Law of Contact". Sobre las "leyes de la magia" véase Frazer (1911: 52, 54).
42 ib. 53-54: "that things which have been in contact with each other are always in
ontact".

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